Todos sabemos que, en el siglo XXI, es difícil llevar una vida sin teléfono móvil. También es difícil cambiar tu número, el que tienen todos tus amigos, familiares, médicos, colegios de los niños, etc. Es especialmente difícil hacer estas cosas si estás intentando salir de una situación de abuso en la que tu agresor tiene el control de tu plan familiar y, por tanto, tiene acceso a tus registros telefónicos. Afortunadamente, el Congreso tiene un proyecto de ley que cambiará eso.

En agosto de 2020, la EFF se unió a la Clínica para Acabar con el Abuso Tecnológico y a otros grupos dedicados a proteger a los supervivientes de la violencia doméstica para enviar una carta al Congreso, en la que se les pedía que aprobaran una ley federal que creara el derecho a abandonar el plan de telefonía móvil familiar que comparten con su agresor.

Este mes de enero, los senadores Brian Schatz, Deb Fischer, Richard Blumenthal, Rick Scott y Jacky Rosen respondieron a la carta presentando la Ley de Conexiones Seguras (S. 120), que facilitaría a los supervivientes la separación de su línea telefónica de un plan familiar manteniendo su propio número de teléfono. También exigiría a la FCC la creación de normas para proteger la privacidad de las personas que buscan esta protección. La EFF apoya este proyecto de ley.

El proyecto de ley obtuvo apoyo bipartidista y fue aprobado por unanimidad en el Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado de los Estados Unidos el 28 de abril de 2021. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, la EFF se alegra de que este proyecto de ley haya superado el primer paso crítico. No hay ninguna razón para que las compañías de telecomunicaciones, que ya están obligadas a hacer que los números sean transferibles cuando los usuarios quieren cambiar de compañía, no puedan replicar este proceso sin problemas cuando un cliente de pago quiere trasladar una cuenta dentro de la misma compañía.

Nuestros teléfonos móviles contienen una gran cantidad de información sobre nuestras vidas, incluidas las llamadas y los mensajes de texto que hacemos y recibimos. El titular de una cuenta de un plan familiar tiene acceso a todos esos datos, incluso si alguien del plan está llamando a una línea de ayuda contra la violencia doméstica. Dar a los supervivientes más herramientas para proteger su intimidad, salir de las situaciones de abuso y seguir adelante con sus vidas es un esfuerzo que merece la pena. La Ley de Conexiones Seguras proporciona un marco para servir a estos fines.

Preferiríamos un proyecto de ley que no exigiera a los supervivientes la presentación de papeles para "probar" sus abusos: para muchos supervivientes, la presentación de papeles sobre sus abusos por parte de un tercero resulta onerosa y traumática, especialmente cuando se les exige en el mismo momento en que intentan liberarse de sus agresores. También exige a la FCC que cree una nueva normativa para proteger la privacidad de las personas que buscan ayuda para salir de situaciones de maltrato, aunque todavía necesita salvaguardas y recursos más fuertes para garantizar que estas protecciones sean efectivas. La EFF seguirá abogando por estas mejoras a medida que la legislación avance.