Google y Amazon - Deben tomar nota de su propio riesgo de complicidad
La EFF lleva mucho tiempo presionando a las empresas que proporcionan potentes herramientas de vigilancia a los gobiernos para que tomen medidas afirmativas que eviten ser cómplices de violaciones de los derechos humanos. También hemos trabajado para garantizar que se enfrenten a las consecuencias cuando no lo hacen.
La semana pasada, el Tribunal de Apelación del Noveno Circuito de Estados Unidos ayudó a esta causa, al ratificar su contundente decisión de 2023 de que la responsabilidad por complicidad en los tribunales estadounidenses puede aplicarse a las empresas tecnológicas que proporcionan sofisticados sistemas de vigilancia que se utilizan para facilitar abusos contra los derechos humanos.
El caso concreto es contra Cisco y surge de las acusaciones de que Cisco creó herramientas a medida como parte del Gran Cortafuegos de China para ayudar al gobierno chino a identificar a miembros de grupos desfavorecidos, incluida la minoría religiosa Falun Gong. En el caso se alega que esas herramientas se utilizaron para ayudar a identificar a personas que luego sufrieron terribles consecuencias, como arrestos injustos, detención, tortura y muerte.
Hicimos un análisis en profundidad de la decisión del panel del Noveno Circuito cuando salió en 2023. La semana pasada, el Noveno Circuito rechazó un intento de que esa decisión inicial fuera reconsiderada por el tribunal en pleno, lo que se conoce como revisión en banc. Aunque el caso ha sobrevivido a la revisión del Noveno Circuito y debería poder seguir adelante en el tribunal de primera instancia, Cisco ha indicado que tiene la intención de presentar una petición de revisión ante el Tribunal Supremo de EE.UU.. Esto pone de nuevo el caso en pausa.
Aun así, la decisión del Noveno Circuito de confirmar el dictamen del grupo 2023 es una excelente noticia para el proceso crítico, aunque lento, de responsabilizar a las empresas que ayudan a gobiernos represivos. El dictamen 2023 rechazó inequívocamente muchos de los argumentos que las empresas utilizan para justificar su decisión de proporcionar herramientas y servicios que luego se utilizan para abusar de las personas. Por ejemplo, una empresa solamente necesita saber que su ayuda contribuye a la vulneración de los derechos humanos; no es necesario que su propósito sea facilitar los abusos. Del mismo modo, el hecho de que una tecnología tenga usos legítimos para hacer cumplir la ley no exime a la empresa de responsabilidad por facilitar a sabiendas abusos contra los derechos humanos.
La EFF ha participado en este caso en todos los niveles de los tribunales, y tenemos la intención de seguir haciéndolo. Pero lo mejor para todos sería que Cisco admitiera sus acciones y tomara medidas para compensar a los perjudicados y a sus familias con una oferta de acuerdo adecuada, como hizo Yahoo en 2007. No es demasiado tarde para cambiar de rumbo, Cisco.
Y como señaló recientemente la EFF, Cisco no es la única empresa que debería tomar nota de esta evolución. Informes recientes han revelado el uso (y abuso) de los servicios de Google y Amazon por parte del gobierno israelí para facilitar la vigilancia y el seguimiento de civiles en Gaza. Estos informes plantean serias dudas sobre si Google y Amazon están siguiendo sus propias declaraciones y normas publicadas sobre la protección contra el uso de sus herramientas para cometer abusos contra los derechos humanos. Por desgracia, es demasiado habitual que las empresas hagan caso omiso de sus propias políticas de derechos humanos, como pusimos de relieve en un reciente informe sobre la conocida empresa de software espía NSO Group.
Los informes sobre Gaza también plantean cuestiones sobre la posible responsabilidad de Google y Amazon por complicidad en violaciones de los derechos humanos de los palestinos. Los abusos cometidos por Israel han sido confirmados por el Tribunal Internacional de Justicia, entre otros, y cuanto más continúen, más difícil será para las empresas alegar que no tenían conocimiento de los abusos. Como confirmó el Noveno Circuito, la responsabilidad por complicidad es posible, aunque estas tecnologías también sean útiles para fines legítimos de aplicación de la ley e incluso si las empresas no tenían intención de que se utilizaran para facilitar abusos contra los derechos humanos.
Cada vez es más lo que está en juego para las empresas. En primer lugar, pedimos a Cisco que cambie de rumbo, reconozca a las víctimas y acepte su responsabilidad por los abusos contra los derechos humanos que ha fomentado e instigado.
En segundo lugar, dados los actuales abusos que se cometen en Gaza, renovamos nuestro llamamiento a Google y Amazon para que, en primer lugar, digan la verdad sobre su implicación en violaciones de derechos humanos en Gaza y, cuando sea necesario, realicen los cambios oportunos para evitar colaborar en futuros abusos.
Por último, a las demás empresas que quieran vender herramientas de vigilancia, reconocimiento facial y otras potencialmente abusivas a gobiernos represivos, también las estaremos vigilando.