Los dispositivos Ring de Amazon no son sólo cámaras de seguridad personal. Lo quieras o no, también son cámaras policiales. La compañía admite ahora que hay casos de "emergencia" en los que la policía puede acceder sin disponer de una orden judicial a los dispositivos personales de Ring sin el permiso del propietario. Esta peligrosa política permite a la policía, junto con Ring, decidir cuándo se debe conceder el acceso a un vídeo privado. El acceso a estas grabaciones se concede en "los casos que implican un peligro inminente de muerte o lesiones físicas graves para cualquier persona”.

La compañía ha proporcionado vídeos a las fuerzas del orden, sin una orden judicial y sin el  consentimiento del propietario del dispositivo, hasta en 11 ocasiones en lo que va de año. El reconocimiento de estas acciones se produce en respuesta a una serie de cartas críticas del senador Ed Markey (D-MA). Markey reprendió a la compañía por muchos de los problemas de privacidad que la EFF sacó a relucir, entre ellos la gran capacidad de audio de los dispositivos Ring y el rechazo de la compañía a comprometerse a no incorporar tecnología de reconocimiento facial en sus cámaras.

Amazon debe tener en cuenta el peligro que estos productos suponen para el público al crear una creciente red de sistemas de vigilancia propiedad de particulares, pero que son operados de facto por las fuerzas del orden.

La policía no es un cliente de Ring; sus clientes son las personas que compran sus dispositivos. Pero las antiguas relaciones de Amazon con la policía difuminan esa línea. Por ejemplo, en el pasado Amazon ha dado entrenamiento a la policía para informar a los residentes sobre instalar la aplicación de Ring y comprar las cámaras para sus hogares, un acuerdo que convirtió a los policías en vendedores. La policía de Los Ángeles inició una investigación sobre cómo Ring proporcionaba dispositivos gratuitos a los agentes cuando la gente utilizaba sus códigos de descuento para comprar cámaras.

Ring, al igual que otras empresas de vigilancia que venden sus dispositivos directamente al público en general, sigue prestando servicios gratuitos a la policía, aunque no tenga la necesidad de hacerlo. Podría fabricar un dispositivo que se vendiese directamente a los residentes y que garantizase que la policía acudiese a la puertas de las casas de los usuarios de sus dispositivos si estuviesen interesados en las grabaciones, pero Ring ha decidido que prefiere seguir ganando dinero de los residentes mientras proporciona servicios a la policía.

Estas cámaras pueden agravar la elaboración de perfiles raciales. También pueden hacer que la gente se sienta más paranoica, en lugar de más segura, debido a las constantes alertas que el dispositivo es capaz de proporcionar a sus usuarios.

Antes de reconocer estos hechos, Ring se ha enfrentado a otras polémicas sobre la forma en que facilita él acceso de la policía a las grabaciones de los usuarios. Ring permitió a la policía enviar solicitudes masivas directamente a muchos propietarios de dispositivos en un área muy extensa y lo hizo a un nivel asombroso: en 2020, por ejemplo, la policía solicitó vídeos más de 20.000 veces. En 2021, sin embargo, Ring cedió a la presión de los activistas y cambió la forma en que la policía envía las solicitudes, obligándoles a publicarlas en la app Neighbors, lo que arrojó una importante luz sobre estas peticiones.

La excepción de "emergencia" a este procedimiento permite a la policía solicitar el vídeo directamente a Amazon, sin una orden judicial pero no hay suficientes salvaguardias para proteger las libertades civiles en este procedimiento. Por ejemplo, no hay un procedimiento definido para que un juez o el propietario del dispositivo determinen si realmente hubo una emergencia. Esto podría dar lugar fácilmente a abusos policiales: siempre existirá la tentación de que la policía lo utilice para situaciones cada vez menos urgentes.

El senador Markey también planteó su preocupación por la grabación de audio en lugares públicos por parte de Ring, y pidió a Amazon información al respecto. La empresa no aclaró la distancia a la que los productos Ring pueden realizar grabaciones de audio. A principios de este año, Consumer Reports reveló que las capacidades de audio de Ring son más potentes de lo que se esperaba, ya que recogen el audio de una conversación a una distancia de hasta 8 metros pudiendo tener preocupantes repercusiones para las personas que caminan, van en bicicleta o incluso conducen cerca de docenas de estos dispositivos cada día, sin saber que sus conversaciones pueden haber sido capturadas y grabadas. La compañía también se negó a comprometerse a eliminar la configuración por defecto de la grabación automática de audio.

En su respuesta al senador Markey, Amazon se negó a comprometerse a que el cifrado de extremo a extremo sea una opción de almacenamiento por defecto para los consumidores, aunque esté disponible de forma opcional a lo largo del 2021.

Desde EFF agradecemos al senador Markey que haya planteado estas cuestiones. Durante mucho tiempo, Amazon no se ha tomado en serio los numerosos problemas sobre las libertades civiles que plantean sus productos Ring. Esperamos que la fuerte respuesta al reconocimiento  de estos últimos hechos por parte de Amazon sirva para que la compañía lleve a cabo mejoras sobre privacidad de sus productos. La empresa debe tener en cuenta el peligro que sus productos suponen para el público al crear una creciente red de sistemas de vigilancia propiedad de particulares, pero operados por las fuerzas del orden.

Este artículo ha sido traducido al español por un voluntario

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