Cómo la policía y los tribunales están usando mal la poco fiable información de las direcciones IP y lo que pueden hacer para contrastar mejor las pistas electrónicas
La revolución digital ha dado a las fuerzas del orden más herramientas para ayudarles a rastrear e identificarnos que nunca. Sin embargo, a medida que ellas recurren, cada vez más, a pruebas electrónicas para investigar los crímenes, una de las herramientas más accesibles, las direcciones de Protocolo de Internet (direcciones IP) se han vuelto cada vez más malinterpretadas por los agentes del orden y los jueces. Las fuerzas del orden, con demasiada frecuencia, exageran la fiabilidad de la información de las direcciónes IP en las solicitudes de órdenes de búsqueda y otros procesos (como citaciones), utilizando metáforas que crean un sentido de certeza donde no siempre existe. Además, los tribunales a menudo no saben qué preguntas hacer acerca de la información de las direcciones IP o cómo evaluar su fiabilidad.
Aunque las direcciones IP a veces pueden ser indicadores confiables de ubicaciones o individuos cuando se combinan con otra información, como los registros de proveedores de servicios de Internet; el uso exclusivo de las direcciones IP, sin más, a menudo puede producir redadas peligrosas, aterradoras y desperdiciadoras de recursos basadas en órdenes de búsqueda emitidas sin una investigación adecuada. Este riesgo es especialmente alto cuando: (1) determina la ubicación física de un sospechoso y (2) identifica a un sospechoso individual responsable de un crimen.
Este documento explica cómo las fuerzas del orden público y los tribunales pueden usar las direcciones IP de manera responsable en las investigaciones penales y proporciona sugerencias específicas e individualizadas para ayudarlos. El cuerpo bien desarrollado de la ley en torno a la fiabilidad de los informantes anónimos ofrece un buen modelo para policías y jueces que buscan confiar en las direcciones IP. En resumen; cuando la policía confía en datos entregados por informantes anónimos para obtener una orden de registro, deben incluir detalles en sus solicitudes que demuestren tanto la confiabilidad del informante como el contexto similar y la corroboración que la policía haya obtenido.
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